Sobre mí

Comprometida con la comunicación

Como fonoaudióloga soy especialista en habla y el lenguaje , trabajo todos los días  para prevenir, evaluar, diagnosticar y tratar los trastornos del habla, el lenguaje, la comunicación social, la comunicación cognitiva y la deglución en niños.

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Algunas cosas que debes tener en cuenta antes de pedir una cita conmigo:

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• Los trastornos del habla ocurren cuando una persona tiene dificultad para producir los sonidos del habla correctamente o con fluidez (p. ej., el tartamudeo es una forma de falta de fluidez) o tiene problemas con su voz o resonancia.

• Los trastornos del lenguaje ocurren cuando una persona tiene problemas para comprender a los demás (lenguaje receptivo) o para compartir pensamientos, ideas y sentimientos (lenguaje expresivo). Los trastornos del lenguaje pueden ser hablados o escritos y pueden involucrar la forma (fonología, morfología, sintaxis), contenido (semántica) y/o uso (pragmática) del lenguaje en formas funcionales y socialmente apropiadas.

• Los trastornos de la comunicación social ocurren cuando una persona tiene problemas con el uso social de la comunicación verbal y no verbal. Estos trastornos pueden incluir problemas para comunicarse con fines sociales (p. ej., saludar, comentar, hacer preguntas) ó hablar de diferentes maneras para adaptarse al oyente y al entorno, y  seguir las reglas para conversar y contar historias. Todas las personas con trastorno del espectro autista tienen problemas de comunicación social. Los trastornos de la comunicación social también se encuentran en individuos con otras afecciones, como una lesión cerebral traumática.

• Los trastornos cognitivos de la comunicación incluyen problemas para organizar pensamientos, prestar atención, recordar, planificar y/o resolver problemas. Estos trastornos suelen ocurrir como resultado de un accidente cerebrovascular, lesión cerebral traumática o demencia, aunque pueden ser congénitos.

• Los trastornos de la deglución (disfagia) son dificultades para alimentarse y tragar, que pueden ser consecuencia de una enfermedad, cirugía, accidente cerebrovascular o lesión.

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